La batalla ha comenzado
y gotas de sudor acarician
tus recovecos favoritos en mí
concavo y convexo
tu cuerpo en el mio
tus uñas dejan huellas por doquier
son tus labios
en mi cuello
en mis pechos
te sumerges sin tregua
en mí
me nombras tuya
erizas mi piel
respiras mi sexo
y estallo en vos