Permanente amor


Aguardo mi turno. Detrás de ella.
Tú, en un clónico artificio,
fraseas la misma melodía.
Do Do Re.
Y sé que ella
bebe cada palabra bendita
para purificarse en ti,
cuando la entrega es sólo
flor oscura.
Y aguardo.
Aguardo mi turno,
contando lunas,
germen de espinas,
obediente.